En cada hogar hay un montón de controles: el control del televisor, el del aire acondicionado, el del equipo de sonido y más. Llegó el momento en que podemos decir adios las pilas o baterias, que sean recargables o no, son muy contaminantes. La solución son paneles solares flexibles que aprovechan cualquier emisión de luz que se da al interior de los hogares, para generar electricidad.
Los paneles solares flexibles se fabrican imprimiendo una fina capa de material absorbente de luz sobre una lámina de un plástico orgánico. Esto hace que su peso por metro cuadrado sea mínimo y, por supuesto, sensiblemente inferior a los 17 o 20 kilos que pesan los habituales paneles solares actuales. Pero en este caso, se trata de células fotovoltaicas que funcionan al interior del hogar.
La noticia la dio la empresa sueca Exeger, que ha desarrollado estas células fotovoltaicas flexibles, que convierten luz, de prácticamente todas las fuentes de interior, en energía.
Es una innovación que puede contribuir con la necesaria reducción de los enormes volúmenes de desechos de productos electrónicos que hay cada año. Se estima que anualmente se generan más de 50 millones de toneladas de estos desechos electrónicos, que al depositarse en vertederos o incinerarse contaminan el suelo, las aguas y hasta el aire.
Si bien las células fotovoltaicas las conocemos desde los años 70, cuando comenzaron a incluirse en las calculadoras, eran limitadas. Estas células de silicio amorfo tenían un consumo de energía demasiado bajo, eran demasiado frágiles y demasiado rígidas para integrarse en otros productos.
En cambio, los nuevos paneles solares flexibles, además de que pueden generar electricidad con fuentes diversas, desde la luz solar directa hasta la luz de las velas, se adaptan a cualquier dispositivo. Por lo tanto, es posible tener controles de equipos electrónicos con pilas de energía infinita.
«Al igual que las algas en el fondo del océano, donde la oscuridad es casi total, podemos hacer un uso eficiente de muy pocos fotones», declaró Giovanni Fili, cofundador de Exeger a The Independent.
La ciencia detrás de los paneles solares flexibles para interiores
Los paneles solares flexibles para interiores son producto de un descubrimiento realizado en 1988 en la Universidad de Berkeley en California. Un par de científicos inventaron una celda de bajo costo y alta eficiencia que era, a la vez, semiflexible y semitransparente.
Este fue el primer paso para el desarrollo de esta tecnología. Veinte años después, Fili y el cofundador de Exeger, Henrik Lindström, idearon un nuevo material de electrodo que ofrecía una conductividad 1.000 veces mejor. El avance formó la base de sus células que ahora se producen en serie, a escala comercial.
Las células solares flexibles de esta empresa sueca, ofrecen un cambio radical con respecto a los paneles tradicionales cubiertos de vidrio, ya que eliminan las líneas plateadas que se ven en ellas y que sirven como conductores. También son insensibles a la sombra parcial, lo que mejora radicalmente la eficiencia frente a los paneles tradicionales.
El material patentado puede integrarse a casi cualquier material, es impermeable, resistente al polvo y a los golpes. Es un avance que podría cambiar el rumbo de la electrónica, que hasta ahora depende de baterías que necesitan recargarse periódicamente, que tienen un plazo de vida determinado y que terminan en los vertederos.
Todo indica que estas nuevas células fotovoltaicas flexibles son un gran avance hacia una versión más sostenible y eficiente de nuestros hogares.