El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que las subidas de tipos de interés que están llevando a cabo los bancos centrales para contener la inflación pueden provocar que los precios de la vivienda caiga en los próximos tres años. La estimación la calculan en un 10% en las economías avanzadas y un 25% en los mercados emergentes.
Así lo informó el organismo en el informe “Estabilidad Financiera Global” en el que alerta que la estabilidad financiera se ha visto afectada por la actua situación inflacionaria global, la cual califica como la más elevada en décadas. Esta situación también ha sido influida por la crisis energética desencadenada por la guerra de Rusia en Ucrania.
«Sse observa una contracción de las condiciones financieras mundiales en la mayoría de las regiones, en parte como consecuencia intencionada del endurecimiento de la política monetaria y en parte debido al aumento desde abril de la incertidumbre en torno a las perspectivas», indican en el informe.
La subida de las tasas hipotecarias incide en el aumento de los costos de endeudamento. Por lo tanto, acceder a financiamiento representa encontrarse con estándares más estrictos, lo que seguramente conducirá a una caída en los precios de la vivienda, pues para los interesados en comprar será más difícil cumplir con esos estándares.
Según el informe, esto se sentirá especialmente en los países con una mayor proporción de deuda hipotecaria de tasa variable, ya que la situación depende directamente de las decisiones de los bancos centrales.
Panorama de los precios de la vivienda
Desde el inicio de la pandemia, los precios de la vivienda han aumentado más de 20% en distintas economías por varios motivos. Según el FMI, la razón principal se día a las bajas tasas de interés que estuvieron vigentes en los últimos años. Ello condumos a que muchos compradores optaran por comprar con financiamiento, lo que redujo el inventario y aumento los precios.
«Las tasas de interés y los precios de los activos de riesgo vienen comportándose de forma extremadamente volátil desde
abril, como consecuencia de la mayor incertidumbre en torno a las perspectivas económicas y de política. El miedo a que
los bancos centrales tuviesen que acelerar el ritmo de subida de las tasas de interés de política monetaria para combatir la
inflación provocó hasta junio una venta generalizada de activos de riesgo. La gravedad y las implicaciones macroeconómicas de un shock que se origine en el mercado de la vivienda dependerá de manera crucial del grado de corrección del precio de la vivienda y de la distribución de la deuda de los hogares”, señala el informe.
A esto se suma la situación que vive China. Allí ha habido una desaceleración del sector inmobiliario que se se ha profundizado. Esto se debo a que hubo una fuerte caída en las ventas de viviendas durante el confinamiento, lo que dejó como consecuencia una falta de liquidez de los promotores inmobiliarios, lo que generó riesgos de solvencia más amplios.
¿Pareciera que China está muy lejos para afectar, por ejemplo al mercado latinoamericano? No es así. De acuerdo con el FMI, las quiebras de promotores inmobiliarios del gigante asiático podrían extenderse al sector bancario, afectando a bancos de todo tipos, desde los grandes hasta los más pequeños.
Solicitudes del FMI
Para desacelerar la caída de los precios de la vivienda, el organismo realiza en su informe una serie de recomendaciones para los responsables políticos, los bancos centrales y las instituciones económicas.
A los bancos centrales pide que actúen con determinación para bajar la inflación. Para ello, precisan, que debe haber una política de comunicación clara que ayude a mantener la credibilidad del mercado y evitar la volatilidad de los precios
A los responsables políticos e instituciones financieras recomienda la aplicación de medidas macroprudenciales, intervención cambiaria y de flujo de capital. “El endurecimiento de las condiciones financieras debe calibrarse con cuidado, con el fin de evitar condiciones de mercado desordenadas que podrían poner en riesgo indebido la estabilidad financiera”, señalan.
