El mundo inmobiliario está cambiando gracias a la COVID-19. La pandemia ha supuesto un proceso de reinvención, de adopción de nuevas tecnologías, que sin impulsarán la transformación digital del sector inmobiliario.
Sobre cómo está cambiando el trabajo y la comercialización de los proyectos inmobiliarios, estuvimos conversando con Jorge Nichols, bróker owner y director comercial de Abitare GT, una compañía con 10 años de experiencia dedicados al sector inmobiliario. Esta firma lleva la comercialización de la Torre Manatí y cuenta con un portafolio de más de 70 millones de dólares, en inmuebles certificados.
Nichols es bastante optimista en cuanto al impacto de la COVID-19 en la industria. «Comparto la opinión de firmas como JLL y NFK, sobre el repunte que puede surgir después de esta crisis. Recordemos que esta situación es el resultado de un paro repentino en un alto porcentaje de la actividad económica mundial. No hay un factor contundente para que después de la normalización de las actividades, la economía no se estabilice y normalice».
Claves sobre la transformación digital del sector inmobiliario
¿Cómo evalúan en su empresa todas las medidas que se han aplicado para la prevención de la Covid-19 en su país?
«Según estadísticas oficiales se ha logrado contener una propagación exponencial del virus en comparación con otros países de la región. Estas medidas fueron consideradas excesivas al inicio por muchos de nosotros, debido al impacto en la actividad económica que se veía venir como consecuencia. Pero han sido positivas, pues al final todo esto nos tomó por sorpresa como sector, como país y se puede decir a nivel global. No estábamos preparados para estos cambios. Nos tocó migrar el día a día de nuestras operaciones, a plataformas digitales y virtuales para poder seguir adelante con procesos y seguimientos a clientes y proyectos».
¿Cómo ha sido la implementación de estrategias de trabajo remoto? ¿Cómo lo han hecho?
«La jornada diaria en Abitare se esta llevando a cabo a través de plataformas como Zoom, Hangouts Meet entre otras que ya eran utilizadas para reuniones no presenciales con clientes fuera del país o en situaciones de urgencia. Estas han sido de extrema utilidad para seguir la dinámica de Abitare. En el seguimiento de proyectos como Torre Manatí han sido cruciales para todo el equipo de desarrollo involucrado. Podemos decir satisfactoriamente que el ritmo de trabajo y avance sigue siendo el mismo, gracias a esta nueva dinámica laboral, adoptada en esta situación.
El clima laboral es más relajado, se es mas productivo ya que se tienen a disposición más horas, tiempo precioso que es normalmente consumido en el traslado, es aprovechado y convertido en tiempo productivo. El trabajo remoto o home office, sin duda, está tomando un protagonismo en nuestra industria, y en muchas otras. Nos estamos dando cuenta de que sí es posible una cultura laboral distinta a la que llevamos tanto tiempo de estar acostumbrados. Desde esta perspectiva, podemos ver esto como una consecuencia positiva de toda esta situación por la que estamos pasando».
¿Cómo piensan abordar las repercusiones económicas que tiene esta crisis? ¿Cuáles son sus estrategias a corto y mediano plazo?
«Más que nunca estar conectados con nuestros clientes. A raíz de esta crisis, a muchos de ellos les surgieron infinidad de dudas. Una de las estrategias es a través de webinars y plataformas de comunicación digital y virtual, mantenerlos informados sobre aspectos que tengan relevancia para la toma de decisiones que deben realizarse bajo estas circunstancias. El mensaje a sido claro desde un inicio: seguimos trabajando para todos nuestros clientes y amigos».
¿Esta crisis puede impactar el tipo de inmuebles que ustedes construyen?
«A lo largo de la historia hemos sido testigos que de momentos de crisis siempre surgen oportunidades, para los que están dispuestos a tomar ciertos riesgos. El Empire State es un claro ejemplo, diseñado y construido en plena recesión entre 1929 y 1931. Con esto en mente seguimos adelante y enfocados en Torre Manatí, un edificio que será el más alto de Centroamérica. La gran mayoría de nuestra cartera residencial es vivienda primaria, no vacacional, por lo que esta crisis no representa mayor riesgo para nuestros productos. En la forma que están perfilados y al publico que están dirigidos, invertir en vivienda, será siempre una prioridad».
La transformación digital del sector inmobiliario se vislumbra como una respuesta ante esta crisis u otras en el futuro. ¿Cómo lo ven en Abitare?
«Definitivamente, tener plataformas digitales y virtuales cada vez más robustas y especializadas en la comercialización inmobiliaria, está tomando una relevancia sumamente importante.
Hoy, los clientes toman decisiones cada vez más educadas sobre en dónde invertir. Es obligación nuestra proveer esa información necesaria para crear esos escenarios de toma de decisión. Tener procesos mucho más eficientes, en cuanto a respuesta y uso del tiempo, es una consecuencia positiva en la implementación de tecnología en la comercialización y mercadeo. Dar acceso a los productos de una forma remota, por ejemplo, a través de realidad virtual, ahorra al cliente y al equipo de ventas mucho tiempo, haciendo muy eficiente el proceso de mostrar las propiedades, tema que consume la mayor cantidad de tiempo en el proceso de venta.
En la medida en que llevemos una experiencia más enriquecedora a nuestros clientes, soportada en estas plataformas, seremos más efectivos en la comercialización de nuestros productos».
¿Qué recomendaciones tiene para los distintos actores del sector sobre cómo enfrentar esta situación?
«No desaproveches la oportunidad que trae una crisis, es un común denominador de muchas de las grandes corporaciones a lo largo de la historia. Desde un punto de vista muy estoico; enfocarnos en los aspectos que si podemos controlar, tomar acciones concretas sobre lo que si esta en nuestras manos. Creo que es un momento para aprovechar esta pausa y revisar nuestra estrategia, replantear conceptos y redefinir marcas, encontrar y atender nuevos nichos de mercado.
Ahora más que nunca, escuchar a nuestros clientes, entender como dinámicas de la vida cotidiana están cambiando, aspectos que eran tomados por sentado ahora son altamente considerados. Esta crisis nos obliga a ser creativos a dar soluciones a problemáticas no consideradas anteriormente, todo esto es sumamente importante desde el punto de vista de la conceptualización del producto. Proyectar certeza y confianza en nuestros clientes es básico, como una de las principales industrias y fuentes generadoras de empleo e inversión, el desarrollo inmobiliario será clave en la reactivación económica de nuestro país.
Por ejemplo, Torre Manatí es un proyecto que viene a dinamizar la economía de un sector no tradicional de la industria, pero con un alto potencial de crecimiento y expansión. Es un proyecto que verdaderamente agrega valor, no solo al comprador sino también a todo el ecosistema al que pertenece. Este tipo de proyectos son los que, en mi opinión, reflejarán un impacto positivo en la economía del país, llevando desarrollo y sumando valor en distintas áreas».