La capital colombiana marca la pauta en el sector de la construcción al convertirse en la sede del foro internacional Construverde, organizado por el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, durante los días 3 y 4 de octubre de 2018.
La ocasión es propicia para debatir sobre la importancia del ecourbanismo, la sostenibilidad integral de todo tipo de infraestructuras y edificaciones, así como la necesaria innovación que se amerita para lograr la eficiencia energética que se necesita para la conservación del planeta.
Uno de los conferencistas internacionales que asiste a Construverde es Mahesh Ramanujam, CEO de U. S. Green Building Council. Esta organización, promotora de la construcción y operación sostenible de las edificaciones, ha realizado estudios sobre el impacto ambiental de la construcción de obras de infraestructura y la operación de edificios que arroja resultados alarmantes.
Las investigaciones señalan que la construcción de infraestructura y la operación de los edificios tienen preocupantes consecuencias:
- Generan 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero que están provocando cambios climáticos en el planeta.
- Consumen cerca del 70% del total de la energía eléctrica que se produce en el mundo.
Ello se debe a que las construcciones consumen grandes cantidades de recursos naturales, como madera, minerales tales como hierro, aluminio, cobre, entre otros; así como agua y combustibles fósiles en el proceso de desarrollo, montaje y operaciones.
Una preocupación global
Otro informe titulado “Una visión global”, del World Sustainable Building, señala que tan solo el sector de la construcción genera el total de las emisiones globales permitidas por los Acuerdos de París, negociados en la XXI Conferencia sobre Cambio Climático el 12 de diciembre de 2015 para no incrementar la temperatura del planeta.
Para evitar el “colapso climático”, el sector debe lograr reducir sus emisiones en 77% para el año 2050. Ello supone un cambio de paradigma hacia el diseño y la construcción sostenible.
La urbanización mundial va en aumento y se prevé que el 68% de la población vivirá en zonas urbanas en el año 2050, lo que se traduce en más construcciones.
Recordemos que la construcción genera erosión, deforestación y alteraciones de los ecosistemas y del suelo. Una vez finalizada la obra, las edificaciones continúan consumiendo agua y energía para su operación y mantenimiento.
Al finalizar su vida útil las edificaciones son demolidas, lo que origina una enorme cantidad de residuos en forma de escombros.
Es por ello que organizaciones como el Consejo Mundial de Construcción Verde, ONU-Hábitat y la International Initiative for a Sustainable Built Environment han empezado a demandar una profunda transformación del sector para que priven los principios de la construcción sostenible.
Bogotá a favor de la construcción sostenible
En Construverde se presentarán las tendencias innovadoras que permiten el desarrollo de proyectos inmobiliarios con un bajo impacto ambiental y uso eficiente de los recursos. Lo que algunos han llamado la ecourbanismo.
Para Cristina Gamboa, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, la industria colombiana de la construcción tiene un rol preponderante en el combate de los efectos del cambio climático y la preservación del planeta.
“Dados los Acuerdos de París, se hace necesario rescatar la importancia de la construcción sostenible como una oportunidad de mejora de los procesos, como un garante de la calidad de las obras y como un factor diferenciador en el uso racional de los recursos primordiales en las edificaciones”, señaló Gamboa.
Definitivamente, la construcción sostenible es una demanda que exige la supervivencia de la vida en el planeta. Y en Colombia, afortunadamente el tema está en la agenda pública. Lo que es el primer paso para que la buena voluntad se materialice en edificios más sostenibles.
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