Seguridad en nuestro hogar
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Para quienes viven en ciudades cuyas cifras de inseguridad distan mucho de las idóneas, vale la pena detenerse un momento en reflexionar sobre lo que se puede hacer para enfrentar y disminuir los riesgos de seguridad de nuestro hogar.

Es nuestra responsabilidad proteger el espacio en el que nuestra familia hace vida. Por eso, en las siguientes líneas te facilitamos los aspectos básicos a considerar para lograr dicho objetivo.

¿Cómo lograr la seguridad de nuestro hogar?

  • Ubicación y entorno

Antes de comprar o rentar un inmueble conviene recabar información referente al historial de incidentes de inseguridad en el sector. Revisar con detenimiento con que o quien se comparten los linderos, es sumamente importante a la hora de tomar una decisión.

  • Perfil

Un elemento a considerar en la seguridad de nuestro hogar es la imagen que proyectamos y como se adecúa esta con nuestro marco.

Un carro, por ejemplo, de un segmento notablemente más elevado que el de la vivienda, puede significar un elemento que eleve el factor de riesgo de nuestro hogar y familia.

  • Información

Es imperativo tomar medidas de seguridad en el hogar, pero debemos también involucrar al resto de la familia y hacerlos copartícipes del proceso.

En este sentido, debemos estar todos alineados en cuanto a qué tipo de información podemos compartir y cuál es más sensible.

Es menester que ninguno suministre datos que no deba dar por teléfono o a terceros.

Las redes sociales, tan en boga entre los niños y jóvenes, implican una enorme ventana a través de la cual puede filtrarse mucha información que debería ser tratada con más cautela.

  • Seguridad electrónica

Los sistemas de alarma, si bien no son infalibles, ofrecen una solución bastante eficaz a la hora de detectar la intrusión de personas no autorizadas.

Los circuitos cerrados de televisión, que cada día se han vuelto más asequibles (económicamente hablando), bien planificados pueden aportar un apoyo importante en pro de la seguridad del hogar.

Ambos sistemas suelen venir acompañados de rótulos que advierten su presencia, lo cual constituye un elemento de disuasión a considerar.

  • Terceros

La dinámica diaria nos lleva muchas veces a dar acceso a nuestros aposentos a personas ajenas a nuestra familia.

Personal doméstico, jardineros y handyman, entre otros, han tenido y tendrán, en mayor o menor medida acceso a nuestra casa, por ello se hace necesario hacer indagaciones básicas de quiénes son y de su historial.

Cambiar periódicamente las chapas (cerraduras), o al menos el registro de las chapas, ayuda a aminorar consecuencias negativas en este ámbito.

  • Seguridad privada

Los vigilantes se han vuelto parte habitual de los paisajes de comercios y condominios ¿pero cuántos de nosotros nos hemos involucrado en los procesos que rodean estos servicios?

No podemos suponer que todas estas empresas operan de la manera correcta. Debemos auditar la selección que hacen del personal que nos asignan, el cumplimiento de sus puestos de servicio, su equipamiento y su dispositivo de seguridad o planificación y ejecución del servicio.

De lo contrario, solo estaremos tirando el dinero por la ventana y dejando entrar en nuestro ámbito a elementos que lejos de proveernos seguridad podrían entorpecerla o atentar contra ella.

Recuerda: No existe un lugar libre de riesgos, pero podemos (y debemos) actuar para mitigarlos, en busca de una mejor calidad de vida.

Escrito por: José Luis Herrera