casa pequeña y ordenada

 

Tener una casa pequeña y ordenada es posible. Sin duda, es muy fácil de limpiar. En poco tiempo, recorres el espacio con tus herramientas de limpieza y queda impecable. Sin embargo, mantenerla ordenada… eso sí puede ser un desafío, sobre todo, si no hay buenos hábitos o algunos miembros del hogar son «enemigos» del orden.

Los principios básicos para lograr equilibrio y armonía según el Feng Shui, son limpieza y orden. Sin pretender adentrarnos en este arte milenario, basta con seguir algunos sencillos hábitos para que tu hogar luzca mucho más ordenada, limpia y confortable.

5 infalibles para lograr casa pequeña y ordenada

  • Cada cosa en su lugar después de usarla

La cartera, las llaves o los accesorios que traes contigo suelen ser los primeros objetos que se dejan regados sobre la mesa, en la sala o los muebles, después de que se llega del trabajo. Si no hay mucho espacio, aprovecha las paredes.

En una casa pequeña y ordenada hay que tener percheros, repisas, armarios o ganchos, donde ubicar cada objeto. Al preservar el orden, ahorrarás tiempo cuando los busques y los tendrás a la mano siempre.

Lo mismo aplica para el resto de las actividades que se hacen centro del hogar: quita el mantel de la mesa después de comer y ponlo en su lugar; o coloca los libros donde corresponde cuando termines de leerlos. Son medidas sencillas, pero así lograrás cambiar radicalmente la imagen de tu vivienda.

  • Presta especial cuidado al baño

Toda casa pequeña y ordenada necesita un baño impecable. Para lograrlo, la limpieza es fundamental. Elimina las manchas de agua, cal y minerales que quedan en la ducha. Procura, además, eliminar restos de cabello que queden en la ducha.

Limpia y pule regularmente los grifos y espejos. Seca la ducha después de utilizarla, para evitar la aparición de hongos. Asimismo, una limpieza a fondo en las juntas de los azulejos mantendrá el aspecto de tu baño y evitará dar la percepción de descuido o desorden.

  • Ventila bien los espacios

Procura abrir las ventanas de la habitación al despertar para que circule el aire. Así lograrás eliminar los gérmenes que se hayan acumulado durante la noche en tu habitación y reducir la incidencia de alergias.

También es importante abrir las ventanas los días en que se hace la limpieza. La circulación del aire ayuda a eliminar los residuos de los productos químicos que se usen para la limpieza. Si puedes limpiar sin tóxicos, mucho mejor.

  • Rutina de limpieza periódica

Además de mantener las cosas en su lugar, asegúrate de llevar a cabo una rutina de limpieza diaria que evite la acumulación de polvo y mantenga tu inmueble en condiciones óptimas.

La aspiradora es una gran aliada para eliminar el polvo, muy útil y necesaria si hay mascotas como perros o gatos. Con un paño húmedo, quitas el polvo de las superficies. El piso debe fregarse dos veces a la semana con agua y algún desinfectante. La ropa de la cama se cambia una vez a la semana.

  • ¡Utiliza la cesta de la ropa sucia!

Hasta en las mejores familias hay alguien que «no sabe» qué hacer con la ropa sucia. Contar con una cesta, reducirá la acumulación de ropa sobre la cama, las sillas u otros lugares inapropiados. Por supuesto, lava la ropa periódicamente, para que la cesta no se desborde con exceso de prendas.

Si cuentas con espacio suficiente, también podrías tener una cesta para ubicar la ropa limpia que espera por ser planchada o que espera para ser guardada. Claro está, hay que evitar que la ropa se acumule en este punto porque, en ese caso, perderá sentido el uso de las cestas.

Esperamos que estas recomendaciones te guíen a la hora de tener una casa pequeña y ordenada. Ese cuidado que prestas a tu hogar, no solo proyecto una gran imagen de ti, sino que además te ayuda a vivir con mayor bienestar. ¿Tienes sus propias claves para que tu casa luzca genial? ¡Compártelas con nuestros lectores!

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