La sede de Puma Energy en San Salvador imprimió un refrescamiento urbano a la zona comercial donde se inserta. Su original diseño en un área que tradicionalmente tiene fachadas ocultas, le mereció figurar entre los 20 finalistas del Premio Oscar Niemeyer 2018 para la Arquitectura Latinoamericana.
Ubicada en el kilómetro 9,5 de la Carretera Panamericana hacia la capital centroamericana, esta edificación fue diseñada por la firma de arquitectura Ruiz Pardo-Nebreda para empresa petrolera Puma Energy. En el diseño de la fachada participó también la firma Arup.
Esta sede corporativa fue primero galardonada con el Premio Luis M. Mansilla 2016, que otorga el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
Posteriormente fue reconocida con el Gran Premio 2016 de la XII Bienal de Arquitectura y Urbanismo de El Salvador, lo que le permitió ser incluida en la convocatoria del Premio Oscar Niemeyer.
Detalles de la sede de Puma Energy
La sede de Puma Energy cuenta con una superficie de 1.575 metros cuadrados. El edificio está formado por dos crujías superpuestas colocadas en forma de cruz. El uso de fachadas y tragaluces de vidrio permite aprovechar la luminosidad de un país como El Salvador.
La planta inferior, donde se ubican los accesos a la Sede de Puma Energy, está compuesta por muros con contrafuertes sobre los que apoya la losa de cubierta. Esta estructura permitió ubicar los tragaluces continuos.
La selección de un vidrio de protección solar adecuado, ha permitido a los arquitectos dar forma a la fachada acristalada continua hacia el interior.
Mientras que hacia al exterior tiene una secuencia de láminas de acero que sirven tanto de soporte del vidrio y como de parasoles para filtrar la luz solar.
El resultado es un muro cortina del tipo stick system en posición invertida, capaz de resistir altas cargas de viento, debido a las tormentas tropicales que con frecuencia azotan a los países centroamericanos.
Asimismo, la estructura está unida a un sistema de juntas elásticas y holguras entre piezas para soportar los movimientos sísmicos de la zona.
La planta superior alberga las oficinas de la sede de Puma Energy y enfatiza la horizontalidad del conjunto. Ello lo logra con dos pórticos longitudinales paralelos que configuran dos voladizos hacia los extremos.
En la fachada norte, el voladizo excede los límites del hormigón y se proyecta a modo de mirador sobre la carretera. Con lo cual no sólo ofrece vistas de la ciudad y del volcán de San Salvador a los trabajadores y visitantes de la corporación petrolera; sino también parece conjugarse con el ritmo vertiginoso del tráfico de la carretera.
