El Centro Comunitario de El Rodeo de Mora, ucibado en Costa Rica, fue diseñado y levantado por la firma Fournier-Rojas Arquitectos.
En medio de una pequeña comunidad rural se materializó el concepto de “arquitectura para la convivencia”, desarrollado por estos dos importantes arquitectos del país centroamericano: Álvaro Rojas y Silvia Fournier.
Álvaro Rojas es profesor de diseño y arquitectura, fundador de la Universidad Experimental de Diseño Alternativo y de su Escuela de Arquitectura y Estudios Ambientales. Por su parte, Silvia Fournier, además de arquitecta es artista plástica, diseñadora y fotógrafa.
Juntos han sido responsables de numerosos proyectos donde han puesto en práctica sus principios sobre el fin de la arquitectura, entre ellos, el Centro Comunitario de El Rodeo de Mora.
El concepto detrás de la estructura
Los arquitectos encontraron en esta comunidad deprimida del centro rural de Costa Rica, un salón comunal con un avanzado estado de deterioro por la mala calidad de la construcción y del diseño.
El diseño surge de la teoría que Fournier y Rojas han definido como “Arquitectura necesaria, esencial y humilde de hoy y de aquí”.
En otras palabras, estos profesionales consideran que las comunidades necesitan edificios cuidadosamente diseñados y construidos, que mejoren su paisaje integral y las dignifique.
El Centro Comunitario de El Rodeo de Mora comprende una sala circular grande y adaptable, una cocina, baños, instalaciones de almacenamiento y nuevas comodidades para el equipo de fútbol de la comunidad.
Esta estructura fue construida con materiales locales, a un bajo costo, con un doble propósito: servir de escenario para reuniones de la comunidad (bodas, bailes, presentaciones artísticas, actividades educativas, encuentros deportivos, entre otros), y que también se pueda utilizar como refugio en caso de desastres naturales.
Con una inversión inferior a 300 dólares por metro cuadrado, se construyó una hermosa estructura que con su sencillez deslumbra en medio de la vegetación tropical que la rodea y la humildad de la comunidad en la que se inserta.
Los detalles del Centro Comunitario de El Rodeo de Mora
La gran sala del Centro Comunal de El Rodeo de Mora, con su altura y forma circular, responde al contexto tropical y bioclimático. Asimismo, los materiales locales utilizados expresan un sentido de comunidad.
Es un cilindro hecho de ladrillos de ventilación de arcilla. Este material garantiza un ambiente interno cómodo en una región de altas temperaturas y humedad.
Además, la forma circular requiere menos material para cimientos y paredes, en comparación con una estructura cuadrada en la misma superficie de piso.
Esta rejilla de ventilación de ladrillo no necesita ningún acabado y es de bajo mantenimiento.
La cubierta ventilada de fibrocemento es termo-acústica y sin cielo raso. El techo tiene extensos aleros que reinterpretan los techos inclinados comunes de la región.
La estructura de acero del techo de 22 metros es independiente del cilindro de ladrillo, lo que permite una buena respuesta ante un eventual sismo. Con sus luces, se refuerza la liviandad y el concepto de libertad de la estructura.
La lluvia cae libremente sobre drenajes franceses y regresa filtrada a los acuíferos del entorno.
El resto de la estructura de muros es de concreto armado, así como las graderías y el techo de los vestidores de los deportistas.
Las donaciones de materiales, incluida la baldosa cerámica utilizada para el acabado de las paredes y los pisos, ayudaron a minimizar el costo del proyecto.
Los niños del Centro Comunitario de El Rodeo de Mora, dirigidos por estudiantes universitarios, diseñaron un mural en azulejo con material donado por una empresa local, que da la bienvenida a los visitantes.
Fuente: designboom.com/plataformaarquitectura.cl/
