La Casa Pirajá en una gran estructura creada en un pequeño espacio de un barrio de Sao Paulo, en Brasil.
El espacio no tenía las características de confort, luminosidad y funcionalidad que querían los dueños. Por el contrario, la vieja casa tenía muchos compartimientos en una superficie de apenas 4 metros de ancho por 24 de largo, techos bajos y poca luz, por lo que no satisfacía las necesidades de sus habitantes.
Sus dueños, una joven pareja con su perro, son la tercera generación de la misma familia que habita la vivienda. De la mano con el Estudio BRA, emprendieron una fascinante remodelación que cambió completamente lo que era la Casa Pirajá.
La firma arquitectónica responsable del proyecto fue fundada en el año 2012 por André Di Gregorio y Rodrigo Maçonilio, jóvenes arquitectos y urbanistas egresados de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sao Paulo, quienes también han sido merecedores de varios premios y reconocimientos.
Cómo se llegó a la Casa Pirajá de hoy
La transformación de la Casa Pirajá significó demoler el viejo inmueble. Sólo se conservaron las paredes colindantes del lote, levantadas en ladrillos macizos, que cumplirían funciones estructurales.
El diseño arquitectónico definido para la Casa Pirajá incluye tres niveles. En la planta baja hay un patio exterior con un pequeño jardín a un lado, que da la bienvenida a un espacio integrado por el comedor y la cocina.
Frente a la pared original de ladrillos, ahora pintada de blanco, se ubicaron la isla con la cocina, que se extiende hasta la mesa de comedor, más los gabinetes y demás electrodomésticos.
La carpintería de la cocina y la estantería del estar también fueron diseñador por la firma arquitectónica responsable del proyecto.
Inmediatamente se encuentra la sala de estar, que se abre sin cierres verticales hacia un patio interior que la ilumina.
A través de este jardín central, en el cual se transplantó una Jabuticabeira adulta, una vez culminada la obra, se llega a una barbacoa o parrilla para el disfrute social.
Siguiendo el recorrido…
Una escalera en concreto armado pulido y chapa de acero doblada conduce al segundo nivel de la Casa Pirajá. Allí hay dos habitaciones. La suite principal tiene una amplia vista a la calle, que se cierra con un obturador de madera para proporcionar mayor privacidad.
La escalera sigue hasta el techo, donde una escotilla automatizada funciona como tragaluz y también da acceso a la terraza. Allí se instaló un desk de madera para el descanso de la pareja. El piso elevado permitió incorporar un jardín con césped y un huerto.
En la terraza está el lavadero y los equipos de infraestructura envueltos en un volumen, que puede ser abierto o cerrado por puertas metálicas perforadas del tipo camarón.
La Casa Pirajá es un claro ejemplo de cómo la nueva arquitectura brasileña hace honor al talento de los grandes maestros.
Fuente: estudiobra.com / arquitecturaideal.com