remodelar

 

A todos nos llega el día de querer renovar y cambiar nuestra vivienda; de querer convertirla en el lugar que soñamos o que vimos en una tienda o revista de decoración. Sin embargo, ante tanta ansiedad, es fácil cometer alguno de los errores más comunes al remodelar, bien sea por apresuramiento o por no tomar algunas previsiones importantes.

Una remodelación es un proceso lleno de emociones por todos los cambios que quieres lograr, pero que también genera perturbaciones, ruidos, polvo e incomodidades. Mucho más si mientras remodelas vives en el inmueble, o si hay niños, ancianos o mascotas en el hogar.

No obstante, escapar de los errores más comunes al remodelar es posible con solo aplicar criterio y organización. Esa alegría que nos embarga al imaginar cómo será el hogar de tus sueños no tiene porqué empañarse con un estrés completamente evitable.  

7 errores al remodelar que se pueden prevenir con facilidad 

1. Gastar más 

Sin duda, el más común de los errores al remodelar. ¿Por qué ocurre? Porque no se hizo un presupuesto realista en función de los cambios que se querían hacer. La mejor forma de evitarlo es, no sólo haciendo un buen cálculo de los trabajos, sino también previendo un 20% extra para imprevistos. Y luego, ¡apegarse al presupuesto!

Dejarse llevar por el diseño de una lámpara o del mueble que está de moda es fácil, pero si no está presupuestado, al final se suman a gastos extras. Al seguir el presupuesto es posible llevar un mejor control. Por su puesto, para contar con un buen presupuesto es importante que lo haga un profesional especializado en el trabajo que se va a acometer.

2. No se terminó a tiempo 

Otro error típico: el trabajo se extiende y no parece llegar a su fin. Básicamente ocurre porque no hubo planificación. Y con la falta de planificación se generaron molestias y más gastos.

Para ello, lo ideal es coordinar un cronograma con las personas que están haciendo los trabajos, y seguirlo al pie de la letra lo más posible. Por supuesto, igualmente debes estimar un tiempo para resolver imprevistos. Una remodelación toma tiempo.

3. Optar por lo más barato 

Más allá de que tengas un capital específico para remodelar tu hogar, optar por los materiales más económicos no siempre será la mejor decisión. Materiales de baja calidad posteriormente redundarán en nuevos trabajos para corregir lo que no se hizo de la forma correcta.

Igual ocurre con la contratación del personal que hará el trabajo. Profesionales capacitados pueden significar, en apariencia, un presupuesto mayor. Pero seguramente te ahorrarán los arreglos que se pueden derivar de preferir personal no calificado que cobra más barato. Investiga, pide cotizaciones y solicita recomendaciones.

4. No evaluar la estructura 

Un arquitecto o un técnico en construcción son quienes pueden evaluar el impacto que puede tener la remodelación en la estructura del inmueble. Esto es especialmente importante, cuando se acometen remodelaciones que implican agregar o quitar paredes o instalaciones nuevas como una bañera o un tanque de agua.

Las edificaciones fueron calculadas para resistir una carga específica y si en la remodelación se alteran estos valores se puede afectar la resistencia del inmueble.

5. Ignorar el mantenimiento interno 

Cuando se va a remodelar una cocina o los baños es importante hacer un trabajo de mantenimiento a fondo. La remodelación de superficies y acabados se puede resentir –cuando no perder- si se genera un problema en las instalaciones internas, luego de haber culminado el trabajo.

En este sentido, es mejor no escatimar en el mantenimiento. Dentro del proceso de remodelación, aprovecha para revisar y constatar el buen funcionamiento de instalaciones eléctricas, tuberías y canalizaciones. Esto es especialmente importante en inmuebles de vieja data, en los que el tiempo y el uso han generado algún desgaste.

6. Desconocer o incumplir el aspecto legal 

Un principio jurídico básico reza: “el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento”. Eso puede ser uno de los errores más frecuentes al remodelar. Alterar la fachada del edificio o remodelar una casa sin tramitar las ordenanzas legales vigentes en esa localidad, puede tener serias consecuencias.

Por lo tanto, antes de iniciar una remodelación, cerciórate de cuáles son los trámites o las normas legales a las que debes prestar atención.

7. Sobredimensionar el valor que aporta la remodelación 

Una remodelación puede incrementar el valor de un inmueble. Agregar un tope de mármol o granito a la cocina o los baños es un elemento que hará brillar un inmueble frente a otro similar que no tenga los mismos acabados.

Sin embargo, creer que por la remodelación por sí sola, duplicará o triplicará el precio de un inmueble a la hora de una negociación de compra-venta, no necesariamente es así. Hay otros factores a tomar en cuenta, como ubicación y antigüedad del inmueble, que pueden influir más en la valoración de la propiedad.

Esta creencia es otro de los errores más comunes al remodelar. Puede tener un impacto positivo en el precio de venta, pero lo cierto es que también operan otras condiciones.

Disfruta lo más posible el proceso de renovar tu hogar, con el polvo y los obreros ya tienes suficiente, para cargarte de molestias adicionales que son controlables.

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