El nuevo Museo de Sitio de Pachacamac, ubicado en el Santuario de Pachacamac, en Lurín, Lima, es una obra arquitectónica contemporánea que logró dialogar con la arquitectura prehispánica en la que se inserta.
Si Pachacamac figura entre los lugares que todo visitante debe conocer al visitar Lima, por su imponente presencia, también lo es el Museo de Sitio de Pachacamac. Esta obra de Llosa Cortegana Arquitectura fue incluida en la selecta lista de los 20 finalistas del Premio Oscar Niemeyer 2018 de Arquitectura Latinoamericana.
La arquitectura peruana contó con otras dos obras entre los finalistas: la Casa Lapa, en Pucusana y la Plaza Cultural Norte, en La Molinera, Lima. Estas edificaciones junto con otras en México, El Salvador, Ecuador, Bolivia y Venezuela, formaron parte de lo mejor de la arquitectura latinoamericana presente en prestigioso premio.
El nuevo Museo de Sitio de Pachacamac también formó parte de los seis finalistas del concurso internacional de arquitectura Mies Crown Hall Americas Prize, de Chicago, Estados Unidos.
El concepto detrás del Museo
Por supuesto que para la firma arquitectónica responsable de este proyecto, el mayor desafío fue crear un diálogo entre la espectacularidad del santuario preincaico y el Museo de Sitio Pachacamac.
En esta edificación la arquitectura contemporánea se enlaza con la prehispánica. Toma elementos del pasado indígena y los conjuga en una nueva gramática alterna que define nuevos espacios en los que se enmarca el santuario.
El proyecto del Museo de Sitio Pachacamac nace de su relación con el entorno y la topografía del territorio, para emerger como mediador con el paisaje.
El Museo de Sitio de Pachacamac en detalles
El proyecto está compuesto por dos zonas. La primera: un edificio destinado a exposiciones que consta de un solo nivel. Este espacio se divide en dos áreas diferenciadas.
La primera, el área de mayor tamaño destinada a la exposición permanente, donde se muestran todas las colecciones de piezas prehispánicas, y una sala más pequeña destinada a exposiciones temporales o para usos diversos. La segunda zona está conformada por el edificio de servicios, tanto internos como externos, dirigidos al público visitante.
La organización de los volúmenes y espacios genera entre ellos un espacio libre constituido por áreas verdes y zonas como el ingreso al museo, el patio que funciona como bisagra entre los dos edificios y las rampas de recorrido de los distintos ambientes.
En esta organización destaca la belleza del edificio del Museo de Sitio de Pachacamac y su armónica comunión con la zona arqueológica del santuario. El visitante hace un peregrinaje desde dentro y fuera del edificio del museo. El espacio lo prepara para la experiencia mayor que significa recorrer el fabuloso santuario.
Fuente: pachacamac.cultura.pe / llosacortegana.com
