El uso de contenedores de carga por la arquitectura está generando soluciones sostenibles, a bajo costo y no por ello menos hermosas. Este es el caso del edificio de aulas con contenedores realizado en el campus de la Universidad Juan N. Corpas, ubicada en Bogotá, Colombia.
La mencionada universidad requería disponer de un nuevo edificio de aulas en un corto período. En apenas 30 días.
De esta necesidad surgió la solución planteada por González Fuentes Arquitectos, un equipo de trabajo que se ha enfocado en ofrecer arquitectura sostenible para satisfacer las exigencias de sus clientes.
La propuesta fue construir con 6 contenedores ISO de 40 pies el edificio que necesitaba la universidad. ¿Cómo lo hicieron? Con reciclaje.
Sobre los contenedores marítimos
Los contenedores fueron diseñados para transportar grandes toneladas por vía marítima.
Generalmente, son fabricados en acero corrugado. Aunque en otras ocasiones se utilizan materiales como el aluminio y la madera contrachapada, reforzada con fibra de vidrio.
Si bien su propósito inicial fue almacenar y transportar mercancía de forma segura, tienen una escala humana adecuada.
Esto ha permitido a muchos arquitectos proponer soluciones habitables, sostenibles y económicas, aprovechando los contenedores de carga, tanto nuevos, como de segunda mano.
Un contenedor de 40 pies tiene en su interior 12 metros de largo, por 2,34 metros de ancho y 2,4 metros de alto. Su capacidad de carga almacenable es de 34 mil kilos, para un total de 367,7 metros cúbicos.
Esta es la proporción estándar, aunque las medidas pueden variar un poco según el fabricante. También hay contenedores de 20 pies.
Un aula con contenedores
Para la construcción del edificio de aula con contenedores en Bogotá, se apilaron seis contenedores de 40 pies para formar una estructura de tres pisos, a razón de dos contenedores por cada nivel. Toda la construcción se apoya en 6 zapatas de hormigón de 0,8 por 0,8 metros.
Al unir los dos contenedores longitudinalmente se crearon espacios interiores de suficiente anchura para su uso como aula de clases.
El acceso a cada aula se hace mediante una escalera metálica exterior. Y la superficie por piso es de 57,6 metros cuadrados.
Los contenedores fueron revestidos en su interior con un material aislante. Se les dio un acabado final, tanto interior como exterior, con paneles de fibrocemento (el de la firma Hounter Douglas, super board de 8 milímetros).
Para las ventanas, se les hizo una carpintería de aluminio y los pisos son de madera laminada.
Las instalaciones que necesita un aula de contenedores tales como electricidad, redes y video beam, quedaron ocultas en los revestimientos.
Al construir con contenedores
La arquitectura sostenible ha recurrido al uso de contenedores porque son relativamente económicos, fáciles de transportar, resistentes y apilables. Varios países ya se han sumado a esta tendencia.
Con el reciclaje se le da un uso posterior a aquellos contenedores que ya han dado varias vueltas alrededor del mundo.
Viene siendo una acción más provechosa y amable con el ambiente que convertirlos en chatarra.
Al construir con contenedores, sean aulas o viviendas, es importante validar el estado en que se encuentran, verificar las medidas tanto interiores como exteriores para que sean uniformes y cerciorarse de que cumplen con las normas ISO correspondientes a la resistencia.
Asimismo, hay que adaptar el proyecto arquitectónico a las dimensiones del contenedor e invertir en el refuerzo estructural, así como en la adecuación para que cumplan con las condiciones de habitabilidad y el mantenimiento anticorrosivo.
Las posibles desventajas o limitaciones que algunos podrían atribuirle a este tipo de construcciones pasan desapercibidas dado el bajo impacto ambiental que tienen estas edificaciones.
¿Te gustaría recibir clases en alguna de estas aulas con contenedores? ¿Has visto en tu ciudad una propuesta parecida? ¿Puede ser la solución para comunidades menos favorecidas?
Fuentes: blog.is-arquitectura.es / gonzalezfuentes.wix.com/arquitectos / ovace.com